La historia de jonathan montalvo olmos

Jonathan es un chico de 16 años de edad, es tranquilo y bien portado, convive con su hermana, su mamá y su sobrino y le gusta mucho la vida familiar. Sin embargo, su familia se tardó un poco en conocerlo realmente, pues en su nacimiento, nadie le dio la información adecuada. Los doctores le dijeron a su mamá que Jonathan nunca se desarrollaría y por lo mismo, tardó siete años en recibir atención.


La familia de Jonathan es originaria de Oaxaca y ahí prácticamente no hay terapias para personas con síndrome de Down. Por ese motivo, cuando Rosalina, su madre, se enteró por su hija Marbella que Jonathan podía recibir ayuda en la Ciudad de México, no lo pensó dos veces y dejó todo para asistir a la Fundación, lo que abrió un nuevo mundo de posibilidades para él y para su familia.


En Oaxaca, Jonathan era un niño muy ansioso, con poco control de sí mismo y siempre encerrado, pero en la Ciudad de México pudo recibir un acompañamiento que le permitió abrirse y dar sus primeros pasos hacia una vida más independiente. Antes de llegar a la Fundación Mosaico Down, Jonathan estuvo en otro centro y aunque logró algunos avances, no era el ambiente propicio para él.


Cuando llegó a la Fundación, tardó un mes en mostrar curiosidad por lo que pasaba a su alrededor pero desde ahí, empezó a vincularse cada vez con mayor desenvoltura; empezó a mostrar interés en salir de su casa y aprendió a poner más atención.


Fue un cambio radical: no sólo aprendió a vestirse, también a controlar esfínteres, usar cubiertos y a bañarse; pasó de comer sólo sopa, arroz y frijoles, a probar más cosas y a alimentarse mejor; y desarrolló mayor interés por lo que pasaba a su alrededor. Jonathan no habla, pero ahora señala lo que quiere y muestra emoción, por ejemplo, cuando es domingo y salen de paseo. Además, ya toma decisiones sobre su corte de cabello o la ropa que quiere ponerse y le ayuda a cocinar a su mamá pasándole las cosas.


Sus actividades favoritas en la Fundación son la pintura y la práctica de Tae Kwon Do. Le encanta ir al cine y a visitar museos y hace su tarea con gusto.


“La Fundación los hace sentirse más libres y más autónomos, más seguros de sí mismos y eso los va volviendo más responsables”. Rosalina se siente muy tranquila porque sabe que cuando Jonathan está en la escuela, está en un lugar seguro. En Mosaico Down. Jonathan aprende a moverse por la ciudad con cuidado y a manejar su propio dinero.


Rosalina está contenta porque actualmente ya puede dejar a Jonathan solo y él puede quedarse tranquilo y servirse de comer. Más aún, cada vez se siente más preparada para acompañarlo en su desarrollo y tiene confianza en que Jonathan es mucho más independiente.

Jonathan Montalvo Olmos

Apadrina a jonathan


Mamá: Rosalina Olmos Montealbán

Hijo: Jonathan Montealbán

16 años.

Beneficiarios