La historia de mauricio villavicencio macías

Mauricio, de 17 años, es un niño muy inteligente para su capacidad intelectual. Es una persona muy tranquila y Guadalupe, su madre, lo describe como un pequeño adulto, muy acomedido, sereno y un poco introvertido. Desde hace un par de años que vive con su papá, ella sólo lo ve los fines de semana y van a comer, ven una película de superhéroes –las favoritas de Mauricio– o visitan a su abuela. A Mauricio le gusta contarle a su mamá de lo que come, lo que ve y lo que hace en la escuela o en casa de su papá.


Esto no siempre fue así. Como a menudo ocurre con las personas de Síndrome de Down, Mauricio tardó un poco en encontrar su lugar en el mundo: primero estuvo en una escuela pública en donde no tenía un trato personalizado y posteriormente en un centro que, aunque se especializaba en personas con síndrome de Down, no le ofrecía el acompañamiento que necesitaba. Por eso, para Guadalupe y su familia fue una fortuna dar con la Fundación Mosaico Down, pues fue ahí donde Mauricio empezó a abrirse más, hizo amigos e incluso tuvo una novia, lo que le ayudó mucho a abrirse y a socializar.


Mauricio ingresó a la Fundación desde sus orígenes, hace cuatro años, y según cuenta Guadalupe, el progreso fue evidente desde el principio, le ayudó a hablar más y a reconocer mejor los números y las palabras, además de que pudo ser más sociable y  ordenado: ahora tiende su cama y arregla su ropa.


Su deporte favorito es la natación. “Le gusta mucho el agua”, cuenta su mamá. También le encanta la música y la pintura, disfruta mucho bailar y recientemente ha adquirido un gusto por la cocina. Cada vez es un ser un ser humano más integral e independiente.

La Fundación, según relata su mamá, tiene un trato muy humano tanto con los niños como los papás y eso, aunado a su pedagogía, hace una enorme diferencia: “se siente bien llegar a un lugar en donde te tratan como en casa”, dice Guadalupe. 


El proceso para aprender a acompañar a Mauricio en su desarrollo ha sido largo para toda la familia, pero con Mosaico Down ha aprendido que no se trata de sobreprotegerlo, sino sencillamente de darle las herramientas para ser la persona que es y que pueda encontrar su lugar en el mundo.

Mauricio Villavicencio Macías

Apadrina a mauricio


Mamá: Guadalupe Macías Marines

Hijo: Mauricio Villavicencio Macías

17 años.

Beneficiarios